SOCIABILIZACIÓN DEL CACHORRO
Si la familia decide que el perrito va a dormir separado de la familia, lo que para mi es muy importante en los dos primeros meses de este en su nueva familia porque el animal necesita acostumbrarse con la soledad, ya que no estará en compañía de sus hermanos y otros cachorritos del criadero. Si seguimos este método lo ayudará a estar tranquilo cuando no estamos en casa, este quedará tranquilo ya que sabe que en un par de horas estaremos con el. Una ves cumplido los dos meses y ya educado podrá tranquilamente dormir donde más le guste. La preocupación principal de la familia es lo que puede pasar en las primeras noches del perrito en su nueva casa. Los cachorros suelen llorar y gemir solicitando atención, está por primera vez solo, sin las voces, los olores y principalmente sin las personas y los perritos que estuvieron con el desde que nació, por eso no debemos reprimirlo. Uno de los hechos más traumáticos para un cachorro al cambiar de hogar suele ser pasar las primeras noches en soledad, ya que él ha dormido, hasta ese momento, en compañía de su mamá y sus hermanos de camada. Sin embargo, resulta imprescindible acostumbrarlo a ésta soledad, debido a que, en su convivencia con los humanos existirán muchos momentos en los que el animal no tendrá otra alternativa.
LO QUE NO SE DEBE HACER
Es frecuente que los dueños mantengan un contacto sumamente estrecho con el cachorro durante el primer día de convivencia. Ahora bien, a la hora de irse a dormir, toda la familia cumple con el ritual de saludar al cachorro y procede a dejarlo solo en el lugar destinado para pasar la noche. El desorientado animalito no entiende lo que sucede, comienza a angustiarse porque es la primera vez que, en forma repentina, experimenta la soledad. Esta nueva situación genera en él la necesidad de llamar gimiendo o ladrando a sus compañeros de grupo, que ahora son sus nuevos dueños y no sus hermanitos, lo que suele impedir a la familia conciliar el sueño generando diversas reacciones. Una de ellas consiste en levantarse y reprender al cachorro por su "supuesto" mal comportamiento. Esto sólo produce en el animal y en la familia mayor angustia, si bien por unos minutos puede permanecer en silencio, seguramente no tardará demasiado en reincidir sus lamentos, ya que se dará cuenta que si llora alguien responderá sus llamados. El dueño del perro ahora estará más nervioso y no encontrará mejor solución que incrementar la intensidad del castigo. Nuevamente la angustia del cachorro aumenta, el comportamiento empeora y ahora surge un nuevo problema, el animal comienza a tener miedo de su dueño. Resulta obvio que el castigo no sólo no soluciona el problema sino que empeora y deteriora el vínculo con el propietario. Otra de las actitudes típicas muchas veces es la de gritarle al cachorro desde la cama para que se calle. La mayoría de los cachorros suelen mantener un breve silencio ante ésta interacción verbal. Sin embargo, después de unos minutos la angustia vuelve a aumentar su intensidad y reaparecen los gemidos y ladridos. Para ese entonces al resignado propietario lo único que le interesa es que alguno de los chicos, o él mismo, vaya a buscarlo y lo lleve a dormir a su cama. Esto trae como consecuencia inmediata el tan ansiado silencio, ya que la angustia del cachorro desaparece al sentirse acompañado y protegido. No obstante, las consecuencias futuras pueden ser nefastas. El cachorro seguramente habrá aprendido que la mejor manera de conseguir un objetivo es pelear para ello y que tarde o temprano obtiene lo que quiere. A partir de ese momento dejar solo al animal se transformará en un suplicio no sólo para él y su familia adoptiva, sino también para todos los vecinos que no tardarán demasiado en quejarse por ruidos molestos.
LO QUE SÍ SE DEBE HACER
Después de estas explicaciones usted tendrá perfectamente claro qué es lo que no debía hacer. Sin embargo, no tiene la menor idea de qué es lo que tendría que hacer para pasar una noche en paz. Lo que siempre recomiendo a las familias que me compran un perrito es que alrededor de tres horas antes de irse a dormir distrajeran al cachorro y eviten que descansara. De esta forma buscamos motivar al perrito a que necesitara tranquilidad. Llegado este momento deberían darle de comer, esperar que realice sus deposiciones y luego llevarlo a su lugar de descanso, donde era conveniente que colocaran, sobre la manta y su camita, un osito de peluche y un juguete como elementos de compañía y distracción. El próximo paso consistía en quedarse en silencio, sin acariciar ni mirar al cachorro hasta que se relajara, después de unos minutos deberían retirarse del lugar sin saludarlo, apagar las luces e irse a dormir. Al día siguiente resultaría importante levantarse temprano y antes de que el cachorro comenzase a solicitar atención ir a buscarlo con el objetivo de anticiparse a su acción. También durante el día podemos dejarlo con la puerta serrada en el lugar donde duerme un par de minutos, repitiendo esta acción varias veces durante el día para que este vaya acostumbrando a estar solo y que no sea tan de golpe y menos traumática la educación del cachorro. Si durante la madrugada el perrito despierta y llora por atención, no deberían gritar, ni ir a verlo y tan poco ir a buscarlo, sólo mantenerse serenos y en silencio hasta que el cachorro se canse y retome el sueño, cuando perciba que su conducta no le reportaba resultado alguno. Cualquier actitud contraria sólo empeoraría. Así como ya dije antes el aprenderá a confiar en su familia y dormirá tranquilo.
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